No dejo de pensar que el Real D 3D, esa máquina industrial que pretende (no por primera vez en la historia del cine) instaurar la estereoscopía como parte de la industria cinematográfica. Dejo aquí constancia de una particular intuición nostradámica: es una moda pasajera.
Tras ver los 15 minutos de la preview de Avatar de James Cameron me quedó la sensación de que me habían contado la historia entera quitándole las dos batallas de rigor, para eso hay que pagar. Y es que el cine está cerrando su ciclo, pensé, está volviéndo a su nacimiento como ilusión circense y grita en dolby surround 3D "paguen por el espectáculo".
Cuatro secuencias de acción y una de espectáculo visual no me mostraron una "revolución audiovisual" como anunciaban. Vi los mismos planos de encuadres clásicos y distancias focales medidas que cualquier otra película. "Catorce años de la vida de James Cameron", afirmaba la promoción.
"Esperó a que los efectos especiales avanzasen para poder hacer lo que pensaba", como si se tratara del obsesivo impulso de Kubrik de planificar todo lo posible para Inteligencia Artificial. Después resulta que fue uno de los primeros guiones que escribió, con claras referencias a Star Wars (por si alguien no lo sabe supuso un hito en la reproducción en salas de cine gracias al Dolby Surround, por eso las naves hacen ruido en el vacío del espacio).
Yo fui engañado, pensando que habían practicado un nuevo estilo de planos para aprovechar al máximo la ilusión de volumen. Pero no, habían utilizado los mismos recursos que sus antecesores. Desviación angular con dos puntos de foco como objetivo, variación de la luz entre los canales del ojo izquierdo y del ojo derecho... Pero perfeccionaron la máquina.
Y veo el episodio de The Wire que toca todos los días antes de dormir (por si acaso se me pega algo) y me emociona el uso de la perspectiva, las distancias focales, la composición de los planos y el uso de los puntos de fuga. No necesito gafas polarizadas.
Por cierto, nunca hay que utilizar barridos de acompañamiento en un plano detalle en 3D. Cansa la vista. Dos días después aún tengo agujetas en la retina.
Y hoy he visto UP, también en Real D 3D. El guión está salpicado de casualidades dirigidas a mandar el mensaje que a Disney le gusta transmitir a nuestros infantes. Ya sabes, el american way of life. Lástima que estropee uno de los personajes con más profundidad psicológica de los que la factoría del ratón con guantes blancos ha producido antes. ¿O no?
Quizá me equivoque con mi predicción, puede que esté enfadado cinéfilamente porque soy más conservador de lo que pensaba y en el futuro el cine en 3D se imponga incluso en los monitores públicos, paradas de autobús... Pero quería dejarle a mi Ego futuro constancia de mi pensamiento, para que al leerlo pueda ver si me confundí o si estaba en lo cierto.
lunes, 24 de agosto de 2009
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