La visión estereoscópica del ser humano crea la ilusión de profundidad gracias a dos focos (cada uno de los ojos), cuya imagen al mezclarse en el cerebro reproduce un campo de visión rectangular. El 16:9 se acerca más a ese rectángulo que el 4:3.
También por la composición de la fotografía. Mientras que el 4:3 contiene al segmento áureo o Phi, el cuadro del 16:9 está construido de por sí con esta norma matemática. Por tanto, si colocamos los objetos y los puntos de fuga de forma armónica, siempre conseguiremos una mejor composición fotográfica.
Para compensar esto, en 4:3 no se divide en tres partes iguales para conseguir los puntos de peso compositivo. En el siguiente vídeo podemos ver cómo el el cuadrado central es menor que el resto de los laterales (que sí respetan las proporciones áureas).
viernes, 15 de enero de 2010
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