El otro día estabamos en el corte para el bocata cuatro personas del departamento de cámara. El video assist, el auxiliar, el foquista y yo, el meritorio. El auxiliar habla sobre un amigo suyo que vive desde hace mucho tiempo sin trabajar.
El video assist comenta que un amigo suyo está en el paro desde hace mucho tiempo. No ha conseguido trabajo desde que se licenció. Cuando otro técnico de rango más bajo le pregunta qué estudió, éste le responde con orgullo "arquitectura".
Entonces yo, inocente de mí, muleteo la frase "Es que el sector de la construcción ahora..." Ni siquiera termino de hablar y el gesto de su cara ha cambiado: su boca dibuja una diagonal que subraya un parpadeo cómplice.
"¡Claro!" Pienso para mí. El sector audiovisual tampoco está en su mejor momento. Sueldos bajísimos, jornadas de 12h al día, dobles equipos de improvisados para cumplir el plan de rodaje... Y yo sólo soy un meritorio y la mierda siempre salpica hacia abajo.
Así que me dispongo a devolver el gesto de complicidad al compañero de esfuerzos y puteos: "Ya ves, mírame a mí. Licenciado y "masterizado" y haciendo el curro de un técnico sin cobrar un duro. A lo que el foquista responde con ironía: "¡Pues tu amigo arquitecto, que empiece poniendo ladrillo en una obra!"
Y yo me planteo cómo hubiese sido la reacción de mi hermano cuando al acabar medicina le dijeran: "¿Usted es médico especializado? Muy bien, entonces le recomiendo que emigre a su hospital autonómico más cercano y comience de conserje, apréndase los nombres de la gente, cáigale bien a sus jefes e intente ascender. Si no búsquese otro trabajo y cure enfermos en su tiempo libre".
El video assist comenta que un amigo suyo está en el paro desde hace mucho tiempo. No ha conseguido trabajo desde que se licenció. Cuando otro técnico de rango más bajo le pregunta qué estudió, éste le responde con orgullo "arquitectura".
Entonces yo, inocente de mí, muleteo la frase "Es que el sector de la construcción ahora..." Ni siquiera termino de hablar y el gesto de su cara ha cambiado: su boca dibuja una diagonal que subraya un parpadeo cómplice.
"¡Claro!" Pienso para mí. El sector audiovisual tampoco está en su mejor momento. Sueldos bajísimos, jornadas de 12h al día, dobles equipos de improvisados para cumplir el plan de rodaje... Y yo sólo soy un meritorio y la mierda siempre salpica hacia abajo.
Así que me dispongo a devolver el gesto de complicidad al compañero de esfuerzos y puteos: "Ya ves, mírame a mí. Licenciado y "masterizado" y haciendo el curro de un técnico sin cobrar un duro. A lo que el foquista responde con ironía: "¡Pues tu amigo arquitecto, que empiece poniendo ladrillo en una obra!"
Y yo me planteo cómo hubiese sido la reacción de mi hermano cuando al acabar medicina le dijeran: "¿Usted es médico especializado? Muy bien, entonces le recomiendo que emigre a su hospital autonómico más cercano y comience de conserje, apréndase los nombres de la gente, cáigale bien a sus jefes e intente ascender. Si no búsquese otro trabajo y cure enfermos en su tiempo libre".
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